El término michirón no lo recoge el DRAE, pero es sinónimo del grano maduro de las habas. Cuando se cosechan las habas, se guarda el grano de las mejores habas, normalmente las de la primera floración por considerarse mejores para volverlas a sembrar el próximo año y asegurarse el mantenimiento de la buena semilla. Las habas que quedan al final de la cosecha se dejan madurar antes de recolectarlas; tanto estas como las que se habían guardado para la siembra, se secan al sol y se almacenan en lugar seco y fresco, unas serán para cocinarlas y otras para la siembra.
Los michirones con sutiles variantes son, también, muy tradicionales de Murcia y la Vega alicantina.