Los vinos generosos de Andalucía son unos caldos únicos y mundialmente reconocidos por su riqueza de matices, cuidada elaboración y una calidad diferenciada que viene avalada por cinco de las siete Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) que existen en nuestra comunidad autónoma para este
producto.

Un vino generoso es aquel obtenido mediante sistemas de crianza peculiares y específicos, dirigidos a incrementar su estabilidad, e incluso su graduación alcohólica, normalmente comprendida entre los 15 y los 23o. Este tipo de vino procede de una cuidadosa selección de variedades de uvas y puede ser dulce o seco.

Entre las diferentes clases de vinos generosos andaluces se encuentran los Finos, Olorosos, Amontillados, la Manzanilla, el Palo Cortado; el Condado Pálido y el Condado Viejo de Huelva; los Vinos Generosos de Licor (Pale Dry, Medium, Cream y Pale Cream); los Vinos de Licor (Vinos Dulces Naturales, Maestros y Tiernos) y Vinos Naturalmente Dulces de Málaga; el Pedro Ximénez, y el Moscatel.

Nuestros vinos generosos brindan múltiples posibilidades y combinaciones como acompañamiento de todo tipo de platos y viandas. Por esa razón y con vistas a las ya cercanas fiestas navideñas, os indicamos con qué alimentos y elaboraciones servirlos:

Con alimentos de difícil maridaje como escabeches, alcachofas, espárragos, sopas, cremas frías, guisos y potajes no desgrasados podéis decantaros por un Fino o Amontillado de las DOP “Jerez-Xérèz-Sherry” o “Montilla Moriles”, o un Condado Viejo de la DOP “Condado de Huelva”.

Entrando en un terreno más convencional, los Finos y una Manzanilla DOP “Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda” también armonizan a la perfección con embutidos curados como los ibéricos, aperitivos salados y encurtidos. Los Finos son perfectos para el sushi, potenciando el sabor de nuestros pescados, bien sean fritos o a la plancha, y mariscos. También pueden sorprender en platos de carne como la carrillada ibérica.

Por su parte, la Manzanilla es ideal con aliños, encurtidos, conservas, olivas, mariscos y arroces de marisco, frituras e incluso gazpachos y salmorejos.

En el capítulo de productos marinos, y concretamente de pescados, ahumados y moluscos, una buena elección es un Amontillado bien frío, de cualquiera de las DOP que en Andalucía amparan este tipo de vino generosos. Precisamente este tipo de vino, junto con un Oloroso de las DOP “Jerez-Xérèz-Sherry” o “Montilla Moriles”, o un Condado Viejo, son excelentes, como aperitivo, con quesos curados, y con platos tradicionales como revueltos de setas o carnes y guisos de caza, arroces incluidos.

En cuanto a los Olorosos, son perfectos para cualquier tipo de queso, desde el más fuerte e intenso, incluido el ahumado, al más suave e insípido. También casan con platos de carne (cordero al horno, venado en salsa, manitas de cerdo, rabo de toro, carrilladas), así como con recetas de pescado como atún, merluza, o pescados de roca como el rape.
Para sacar el máximo partido a un Palo Cortado, bien sea de la DOP “Jerez-Xérèz-Sherry” o de la DOP “Montilla-Moriles”, las mejores elecciones son las carnes de caza como el ciervo y el jabalí, así como frutos secos no muy salados como las nueces. Este híbrido entre el Amontillado y el Oloroso, también va de maravilla con jamón ibérico, paté de oca o un arroz de perdiz.

Y para el postre...

Vinos generosos como un Oloroso dulce, un Amontillado o un Palo Cortado pueden tomarse con helados de sabores potentes y preparaciones en frío, en general. En el caso del Oloroso dulce, se recomienda probarlo con postres caseros como natillas, flan o arroz con leche, y, en el caso de las fiestas navideñas, también con hojaldres o turrón de almendras. Por su parte, el Amontillado combina con los alfajores de Medina, turrones y frutos secos, mientras que el Palo Cortado encaja a la perfección con mantecados, alfajores, turrones, tarta de zanahoria o tarta de chocolate negro.

Y, como broche a estas recomendaciones, dirigidas a sacar mayor provecho en nuestra mesa navideña de la rica y compleja gama de vinos generosos andaluces, indicar que los vinos dulces de Pedro Ximénez (de la DOP “Jerez-Xérèz-Sherry” o “Montilla-Moriles”), ya sean los más jóvenes y dominados por la fruta pasa o, sobre todo, los más añejos, cumplen un brillante papel como acompañamiento de un helado de vainilla, un sorbete de frutas, o postres elaborados con chocolate.

Pero, si tus gustos son más sencillos y prefieres escoger tu postre de la variada oferta de frutas de temporada, el contrapunto ideal sería una dulce copa de Moscatel, como es el caso de lo vinos Moscatel de las DOP “Jerez-Xérèz-Sherry” o “Montilla Moriles”, o los vinos dulces elaborados con esta variedad de uva y amparados por la DOP “Malaga”.