El membrillo, originario de la zona de Persia se preparaba confitado y especialmente asado en miel. Los griegos la llamaban melimelum lo consideraban como una manzana dulce
En Grecia los membrilleros estaban consagrados a Afrodita, la diosa del amor. Este fruto era el símbolo del amor y fecundidad, y los recién casados debían de comer uno antes de entrar en la habitación nupcial. En Andalucía son famosos los membrillos de Puente Genil (Córdoba), por donde pasa el río Genil que nace en Sierra Nevada (principal afluente del Guadalquivir) y que en Granada los mejores membrillos se dan en la ribera de los arroyos y ríos que nacen en Sierra Nevada.
(Para 6 personas)
300 g de costillas de cerdo fresca
1 pechuga de gallina o pollo campero
150 g de tocino fresco
150 g de tocino salado
1 manita de cerdo fresca
1 hueso blanco
200 g de carne de jarrete de ternera
450 g de garbanzos
150 g de judías verdes
2 patatas
150 g de calabaza
3 peras medianas
1 membrillo
c.s. de sal
En una olla se pone a cocer toda la carne y cuando de un hervor, se retira el caldo (para eliminar parte de grasa) y se vierte agua limpia. Cuando rompa a hervir, se añaden los garbanzos que han estado en remojo desde el día anterior. Se sigue espumando cuando precise.
Una vez que los garbanzos estén casi cocidos, se incorporan las judías verdes cortadas en rombos, las patatas a cascos, la calabaza pelada y cortada en dados gruesos, los membrillos muy limpios y cortados en medios gajos gruesos y, por último, las peras peladas y enteras pues son más blandas.
Sacar la carne de la olla, quitarle los huesos y trocearla antes de servir en la mesa.
Las peras se cortarán por la mitad para poner media por persona. A la hora de servir en el plato se tienen que ver todos los ingredientes.
Pondremos apunto de sal y serviremos una vez reposado el cocido.